jueves, 21 de agosto de 2014

Arqueología para todos

INTRODUCCIÓN




La concepción de arqueología en nuestro país por parte del público en general presenta matices muy variados, se considera importante conocer el pasado, sin embargo, no se comprende muy bien la conexión entre los objetivos de la arqueología y la percepción asumida acerca del pasado. Es decir, que gran parte de la población, incluso estudiosa, no tiene una idea cabal del objeto de estudio de la disciplina. Aún se observa, y esto es muy alarmante, que mucha gente relaciona con nuestros objetivos el objeto de estudio de la paleontología. Y esto no sería nada en comparación con otro gran sector de la población que considera nuestro trabajo como trivial, exótico y sin importancia tangible.

Esta percepción que la gente tiene acerca de la arqueología y del estudio del pasado en general, nos revela de manera dramática una de las falencias de la disciplina en nuestro país. Esta limitación está referida sin duda a la carencia de difusión de nuestro trabajo como arqueólogos, que por otro lado, no siempre podemos acceder a los medios para el efecto debido al escaso apoyo de instituciones privadas y estatales que prefieren en muchos casos, apoyar publicaciones que les signifiquen réditos comerciales y económicos desmarcándose de las publicaciones que involucren cultura e investigación.

OBJETIVOS DEL TRABAJO ARQUEOLÓGICO


El objetivo del arqueólogo boliviano debería presentar dos facetas: el objetivo principal es el de inculcar al público en general un sentido del pasado. La exposición clara de las características de la arqueología (teoría, metodología, técnicas, ciencias auxiliares y ciencias complementarias) con un lenguaje que un lego en la materia o estudiantes de niveles escolares y medios puedan entender, significaría un avance positivo en la percepción que tiene la sociedad en su conjunto de la arqueología. El avance cualitativo en esta percepción en círculos donde se manejan políticas de financiamiento significaría, a mediano y largo plazo, un apoyo importante para generar investigaciones por parte de arqueólogos bolivianos.  


La segunda faceta de los objetivos del arqueólogo nacional tiene que ver con la difusión de las investigaciones arqueológicas en nuestro país. Es decir, además de brindar al público información referente a cómo trabaja el arqueólogo y para qué sirve su trabajo, debe captarse el interés de la gente mediante la narración de resultados de investigaciones que hubieran enriquecido el conocimiento de nuestro pasado. Es innegable que a la gran mayoría de las personas no les interesan detalles de la clasificación cerámica, nomenclatura de los líticos, clasificación de los suelos, etc. Ellos quieren saber cuándo vivió una determinada sociedad, qué comían, cómo se vestían, cómo peleaban, y hasta cómo eran fisonómicamente, en otras palabras, a la gente le interesa saber aspectos particulares del diario vivir de nuestros antepasados. Es cierto que no podemos brindarles toda la información que desean, no obstante, con un poco de buen juicio podemos ofrecerles aspectos importantes de la dinámica sociocultural, política y religiosa de dichas sociedades matizadas con aspectos o detalles de la vida cotidiana.

  

CONCLUSIONES

En suma, el público en general necesita tener una idea clara de lo que los arqueólogos hacemos y por qué vale la pena financiar nuestro trabajo.

Por otra parte, la enseñanza de la arqueología debe adecuarse a los nuevos paradigmas relacionados con la sociedad del conocimiento y emplear cuanto sea posible, las nuevas tecnologías para desarrollar una enseñanza práctica, novedosa y sobre todo, amena para el estudiante.





Adolfo Enrique Pérez Arias
Arqueólogo